Las palabras te libertan o te aprisionan, la Biblia dice que tus palabras determinan tus éxitos y tus fracasos, tus palabras determinan si tus sueños viven o mueren, tus palabras te dan acceso a gente importante o te alejan de esa gente , tus palabras afectan a los que te rodean, tus palabras te sanan o te enferman.
El gozo es un clima, es una autoridad espiritual que nadie te la puede quitar, Pablo el apóstol estaba preparado para todo; ni la cárcel, ni la gente, ni las situaciones difíciles lo pudieron atar, porque él dijo: “yo tengo el gozo de Dios dentro mío”.
La gente de fe marca la atmósfera
Eliseo, el profeta, fue a un lugar donde había hambre, y dijo: “traigan una olla grande y preparen un guisado para los profetas” pero alguien había metido en la olla una especie de calabazas silvestres, o sea un fruto semejante a la naranja o al pomelo, muy amargo, que causaba diarreas. El profeta echó harina en la olla, y declaró la palabra de fe y todos pudieron comer.
Satanás o te mata de hambre o te envenena, no quiere “que comas” porque él sabe que si comemos vamos a tener fe.
En ese momento apareció un hombre trayendo veinte panes de cebada, y el sirviente de Eliseo dijo: “¿cómo pondré esto delante de cien hombres?” Y Eliseo le respondió: “Da a la gente para que coma, porque así ha dicho el Señor: comerán y se saciarán” dando la orden para que sobrenaturalmente fueran multiplicados.
Debo ser un buscador de bendición; encontrar las bendiciones no sólo en los grandes momentos, sino en cada momento.
Vamos a edificar gente, somos sembradores de palabras que edifican. Todo lo que hagamos con los demás, ¡el Padre lo hará con nosotros! “El que da un vaso de agua a alguien de mis hijos, tiene mi corazón dice Dios”. Somos liberadores de potencial, ¡las palabras amables cambian las vidas, no hay casualidades para los hijos de Dios, cuando alguien se te cruza bendícelo!
La mujer que soltó el perfume cambió la atmósfera y todo se llenó de ese precioso aroma
“Esta mujer ha hecho algo hermoso en mí, dijo Jesús”, nosotros también le haremos algo a él. Esa mujer entendió que Jesús moriría e iría a la cruz, los discípulos nunca se habían dado cuenta, el perfume ella lo gastó como quiso porque era de ella, La mujer disfrutó de ese momento; tuvo una experiencia espiritual. Jesús por eso dijo:
“Cada vez que se hable de mí, a ella la van a nombrar; porque marcó una generación, porque la influencia que va a tener mi pueblo va a ser de ella”. Somos la generación de María de Betania.
Cuando derrames tu perfume para acercar a la gente a Dios podrás decir: “Este es el día que hizo el Señor, me gozaré y me alegraré en él” ¡Dios en este día escondió algo bueno para mí! Cada día hay algo bueno de parte de Dios para tu vida y el gozo lo atrae. En todas las cosas que nos pasan, tenemos que elegir si nos vamos a amargar o decidimos soltar el gozo del Señor.
¡Voy a ser un cambiador de atmósfera!
Jesús preparó la atmósfera para entablar un diálogo y resolver una necesidad
La mujer de la ciudad de Samaria, había tenido cinco maridos, y en ese momento ya estaba con otro hombre, y le dijo Jesús: “dame de beber” y ella le respondió: rabino “¿cómo hablas conmigo?”. Él le dijo: “trae a tu marido”, no tengo, le contesta ella. Y él le profetiza, diciéndole que sus palabras eran ciertas ya que el hombre con el que vivía actualmente no era su marido.
¿Por qué esa mujer tuvo seis hombres? Ella buscaba el placer espiritual, pero como no lo conseguía, entonces lo reemplazaba por el placer humano que nunca la terminaba de saciar.
Luego ella le pregunta: ¿Dónde hay que alabar a Dios? “porque me dijeron tal y tal cosa” y el Señor le dijo: “hay que adorar en espíritu y en verdad”, él le habló de una adoración basada en la libertad y en la sinceridad. Ella entonces corrió al pueblo diciendo: “encontré a un hombre” (la gente diría “otro más”) pero no era lo que ellos pensaban, ¡esta era la mejor noticia de su vida!
Ganarás a tu familia cuando vean tu alegría; porque la gente le cree a tu rostro, le cree a tu experiencia que has hallado al rey de gloria. Hay que crear la atmósfera afuera, como la samaritana, que corrió de alegría diciendo: “¡he hallado al Mesías, al que ama mi alma, y me deleito en él!”
En el jardín del Edén había de todo y ahí cayeron Adán y Eva, hay gente que le vive echando la culpa al ambiente, uno cae por decisión, hay que hacerse cargo de su vida y no echarle la culpa al ambiente. Cuando el pueblo de Israel estaba en apuros, faltaba agua y buscaron al profeta y éste llamó a un guitarrista, y dijo: “tranquilos, vamos a cantar” y vino palabra del Señor: “hagan pozos y les voy a mandar agua”.