📖 ¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! ¡Que el Señor, bajo cuyas alas has buscado refugio, te premie por esta acción tuya! (Rut 2:12)
La historia de Rut muestra que la fidelidad y la valentía nunca pasan desapercibidas para Dios. Aunque era extranjera, viuda y sin garantías de futuro, decidió permanecer con Noemí y confiar en el Señor. Ese acto de fe fue reconocido por Booz y recompensado por Dios, quien convirtió su vida en un testimonio de esperanza y restauración.
Lo mismo sucede con nosotros. A veces nos sentimos inseguros o desplazados, pero cuando buscamos refugio bajo las alas del Todopoderoso, hallamos protección, provisión y recompensa. Nada hecho con amor y fidelidad es en vano.
Dios no olvida el esfuerzo silencioso ni la fe en medio del dolor. Él transforma las pérdidas en nuevos comienzos, las lágrimas en semillas de alegría y los caminos cerrados en puertas de victoria.
No te desanimes: sigue sembrando amor y fe. La recompensa puede tardar, pero llegará en el tiempo perfecto, abundante y transformadora. Bajo las alas del Dios eterno siempre hay seguridad y esperanza.
Cómo vivir bajo las alas del Señor
- Permanece fiel, aun en lo difícil: como Rut, elige confiar en Dios y ser constante, pues Él honra la perseverancia.
- Confía en su provisión: el Señor conoce tus necesidades y cuida cada detalle de tu vida.
- Siembra amor y esperanza: cada acto de bondad y fe da fruto, y Dios recompensará lo que hagas con sinceridad.
Para orar: Amado Señor, te agradezco por ser mi refugio y mi recompensa segura. Te entrego mis luchas, mi dolor y mis sueños, confiando en que bajo tus alas encuentro descanso y protección. Ayúdame a permanecer fiel, a sembrar amor y a confiar en tu provisión en cada detalle de mi vida. Que mi fe crezca incluso en medio de las dificultades, y que mi vida refleje tu gracia. En el nombre de Jesús, amén. 🙏
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